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¿Cómo cree usted que Internet ha hecho evolucionar la infidelidad?
Sí, Internet hace que la infidelidad sea más accesible, la hace entrar en casa, entre la cocina y la habitación de los niños. Antes se tenía que salir, conocer, atraer a alguien, ahora todo está al alcance de un clic. Pero lo que más ha cambiado es la trazabilidad. Ha llegado a ser muy difícil borrar las evidencias de la infidelidad: SMS, llamadas accidentales, correos electrónicos, el historial, podemos fácilmente tener acceso a la vida del otro. ¿Cuántas parejas se separan a causa de un mensaje de texto o un correo electrónico? Y el descubrimiento de un SMS es aún mal concebido, incluso en nuestra época sin tabús. Estamos en la era de la verdad. Hoy en día la infidelidad no da cabida a la mentira. ¿Tal vez esto lleve a un cambio de las costumbres sobre la infidelidad?
¿Cree usted que las personas que se conectan a un chat están en busca de una aventura? ¿No tratan de escapar de su vida cotidiana?
Sí, hay una gran parte que busca un escape de una difícil y repetitiva monotonía diaria. Los chats, los sitios de citas, las redes sociales pueden permitir vivir mil vidas paralelas, a veces con identidades múltiples, y entrar en el mundo virtual, que es el mundo de todas las posibilidades y todas las fantasías. También es una manera de escribir otra historia, y escuchar otras voces, incluso la propia, y de reconstruir una personalidad narcisista más gratificante que aquella que a veces recibimos de nuestras familias o esposos.
<¿Por qué elegir Internet?
Yo diría que no tenemos otra opción. Somos elegidos. Es difícil escapar. De hecho, es rápido, anónimo, accesible desde cualquier lugar, especialmente en una era de individualismo en la que las personas no buscan encontrarse, o en la que viven juntos sin hablarse, permite restablecer el diálogo, y en un sentido, la humanidad. La paradoja de este tiempo es que nos confiamos más fácilmente a un perfil anónimo que al marido o esposa. La comunicación está tan perturbada que necesitamos una pantalla para entregarnos y para deshacernos de nuestras preocupaciones.
Igualdad de género en Internet: ¿el mundo democrático de la Web permite a ambos sexos estar en igualdad de condiciones en el campo de los encuentros extraconyugales?
Me parece que los hombres son mucho más desinhibidos que las mujeres, o que tienen más necesidad de escapar. Pero es cierto que gracias al anonimato, ya no hay discriminación ni sexo, color o nacionalidad. Podemos ser quien queramos, podemos elegir a quien queremos. Y también encontrarse sin prejuicios, sin presión, sin coacción, y sin compromiso: con toda libertad.
* La autora francesa, Eliette Abeccassis ofrece libros llenos de reflexiones sobre la vida cotidiana. Descubra Une affaire conjugale (Un affaire conyugal), una historia íntima sobre el divorcio y la separación, en una sociedad donde se ha convertido en algo común.
Entrevista realizada por Gleeden.com
